Agua baja en sodio, la mejor opción para bebés

Puesto que, la función renal de los bebés no se encuentra apto para manejar la sobrecarga de solutos, el consumo de agua baja en sodio será la mejor opción. 

Antes de fundamentar por qué la elección del agua baja en sodio representa la mejor opción de hidratación en bebés mayores de 6 meses de edad, resulta necesario conocer los requerimientos hídricos, así como también la vía para cubrirlos. 

En primer lugar, el requerimiento hídrico depende de la edad del lactante. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció los valores diarios de referencia, siendo para menores de 6 meses 0,7 l/día y para lactantes de entre 7 a 12 meses 0,8 a 1 l/día. 

En segundo lugar, la necesidad o no de agua exógena depende del momento biológico en el que el niño se encuentre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más. 

En los menores de 6 meses, la leche materna aporta todos los nutrientes que el niño necesita, cubriendo así sus requerimientos nutricionales e hídricos. Aporta un 88% de agua y las concentraciones de minerales son muy bajas. De esta manera se mantiene estable el balance hidroelectrolítico, adaptándose a las capacidades metabólicas del lactante.

A partir de los 6 meses de edad se realiza la introducción paulatina de alimentos complementarios, manteniendo en paralelo la lactancia materna a demanda del niño. El momento de inicio de la alimentación complementaria se adecúa al desarrollo madurativo de todos los sistemas del cuerpo del lactante con la finalidad de no sobrepasar su capacidad digestiva y metabólica.

Por ejemplo, el estado de maduración de la función renal del niño a los 6 meses, representa alrededor del 75% a 80% de la función del adulto. Esto resulta imprescindible para que el lactante pueda depurar la mayor carga de solutos presentes en los nuevos alimentos y líquidos incorporados. 

Durante esta etapa la leche materna suele aportar más de la mitad de los requerimientos energéticos e hídricos totales, siendo el objetivo de la alimentación complementaria poner en contacto al niño con los alimentos y bebidas diferentes a la leche materna. 

Con respecto a la elección de la bebida de hidratación complementaria, la mejor opción es el agua mineral o baja en sodio. No obstante, la selección del agua depende del grado de mineralización de la misma, con el fin de no sobrecargar la función renal del bebé. El COF de Barcelona y la Asociación Catalana de Ciencias de la Alimentación (ACCA), recomienda la elección de agua baja en sodio (< 50mg/l). 

Por consiguiente, el agua de red, previamente hervida, así como el agua baja en sodio son fuentes adecuadas para mantener un perfecto estado de hidratación en los bebés de entre 6 y 12 meses de edad.