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¿Cómo es la deshidratación en los bebés?
La deshidratación es el cuadro clínico caracterizado por el balance negativo de agua y electrolitos. La deshidratación por gastroenteritis aguda es una de las causas más importantes de morbimortalidad en pediatría.
La deshidratación es el cuadro clínico caracterizado por el balance negativo de agua y electrolitos. Esta puede ser producida por la pérdida de sodio y de agua (vómitos, diarrea, diuréticos, hemorragias o secuestro de líquidos en un tercer espacio) o por pérdida exclusiva de agua (aumento de pérdidas insensibles de agua o diabetes insípida).
¿Cuál es la causa más frecuente de deshidratación?
La causa más frecuente de deshidratación en pediatría es la gastroenteritis aguda. El 75-80 % de los casos se produce en lactantes menores de 12 meses y más del 90 % en menores de 18 meses. La gastroenteritis aguda fue y sigue siendo una de las causas más importantes de morbimortalidad en la infancia. La causa principal es la diarrea de etiología viral y entre ellos, el más frecuente y grave es el rotavirus.
Los criterios para categorizar el grado y tipo de deshidratación son la pérdida de peso, los signos y síntomas, y los valores plasmáticos de sodio.
Consecuencias de la deshidratación en bebés
Las consecuencias a la salud dependen del grado de deshidratación. Pueden comprometer la mucosa (sequedad), sistema cardio respiratorio (taquicardia, alteración del patrón respiratorio), el sistema nervioso (irritabilidad, depresión del sensorio, convulsiones), estabilidad hemodinámica (relleno capilar enlentecido, shock hipovolémico, coma y muerte).
La deshidratación es un diagnóstico clínico, por lo que los exámenes de laboratorio no deberían realizarse sistemáticamente. Estos complementan la evaluación clínica y permiten orientar el tratamiento.
La terapia de rehidratación oral (TRO) es el tratamiento de primera línea indicado en la deshidratación secundaria a gastroenteritis, siendo efectiva en más del 90% de los casos. Su indicación es independiente de la edad, agente causal o los valores iniciales de sodio, y permite la hidratación rápida y segura mediante el uso de soluciones de rehidratación oral (SRO) así como la realimentación precoz.
La administración de líquidos como gelatina, té, jugos de fruta, gaseosas claras y bebidas deportivas no son recomendadas como alternativa para la rehidratación, debido a la baja concentración de sodio, alto contenido de glucosa, inadecuada proporción de sodio/ glucosa y alta osmolaridad en comparación con las SRO.
La rehidratación intravenosa está indicada en aquellos casos donde las pérdidas por diarrea son graves (más de 3 deposiciones líquidas y abundantes por hora o más de 10 ml/kg/hora) y la TRO es incapaz de rehidratar al paciente o si los vómitos son persistentes (más de 4 vómitos por hora) e impiden una inadecuada ingesta de SRO a pesar de la colocación de sonda nasogástrica.
Contraindicaciones de la TRO: alteración del estado mental o convulsiones, íleo abdominal, patología malabsortiva, deshidratación severa con inminencia de shock hipovolémico.
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea
Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina.