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¿Cómo regenerar la flora intestinal?
Actualmente denominada “microbiota intestinal”, es el conjunto de bacterias que habitan en el intestino del ser humano. Existen diversos factores que influyen sobre la misma, uno de ellos la alimentación. ¿Es estable? ¿Se puede modificar y/o regenerar? Te lo cuento a continuación.
La microbiota intestinal está compuesta, mínimamente, por 1000 tipos de bacterias, de 1,5 a 2kg de peso. Hoy en día, es considerada un “nuevo órgano metabólico” con implicancia en la inmunidad, inflamación sistémica y nutrición.
A las alteraciones del microbiota intestinal y la respuesta adversa del huésped a estos cambios se le ha denominado disbiosis. La disbiosis se ha asociado con afecciones tan disímiles como el asma, enfermedades inflamatorias crónicas, obesidad y esteatosis hepática no alcohólica (EHNA).
La influencia de la alimentación sobre la salud no es un concepto nuevo. La evidencia científica evidencia la importancia de la dieta para el establecimiento, estructura y actividad funcional de la microbiota intestinal.
A través de una compleja serie de procesos, los microorganismos alojados en nuestro intestino influyen en cómo nuestro organismo procesa los alimentos. Paralelamente, éstos pueden alterar la microbiota intestinal. Como consecuencia, la interacción alimentación- microbiota puede modificar la salud del hospedador. El hospedador proporcional el hábitat y la nutrición y, los microorganismos contribuyen a su salud.
¿Cómo regenerar la flora intestinal?
La alimentación occidental (rica en proteínas, grasas animales, azúcares refinados y pobre en fibra dietética) tiene un papel determinante en el desequilibrio cuali-cuantitativo de la microbiota.
¿Podemos modificarla? Sí. Mejorar nuestros patrones de alimentación, aumentando el consumo de frutas, verduras, alimentos prebióticos, probióticos y, disminuyendo el consumo de productos ultra procesados (ricos en azúcares, aditivos y conservantes) resulta fundamental para mantener la integridad y el equilibrio del microbioma intestinal.
Los prebióticos han sido definidos como ingredientes alimentarios no digeribles que provocan cambios específicos en la composición y/o actividad de la microbiota confiriendo bienestar y salud al huésped.
Dentro de este grupo se encuentran los fructanos: (Inulina y Fructo-oligosacáridos (FOS)), y los galactanos (Galacto-oligosacáridos (GOS) y lactulosa)
Se encuentran principalmente en alimentos ricos en fibra dietética: frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
Los probióticos son microorganismos vivos que, ingeridos en las cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del huésped. Cabe aclarar que, probióticos no es sinónimo de alimentos fermentados, las bacterias presentes en estos alimentos deben sí o sí evidenciar científicamente beneficios a la salud humana para ser considerados como tal.
Los millones de microorganismo de la microbiota intestinal integrado en nuestra biología e interactuando con otros órganos y sistemas, no son huéspedes, sino propietarios, parte de nuestro organismo (Kaplan 2015).
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea
Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina.