¿El Agua Es Insípida O Tiene Sabor?

El agua, un compuesto extraordinariamente simple, sin embargo, es una sustancia de características tan excepcionales y únicas que sin ella sería imposible la vida. La molécula del agua se compone por tres átomos, un átomo de oxígeno unido a dos átomos de hidrógeno por medio de enlaces covalentes. Estos enlaces tienen una gran importancia porque le confieren al agua propiedades especiales. 

Con la denominación de agua potable de suministro público y agua potable de uso domiciliario, se entiende la que es apta para la alimentación y uso doméstico. No debe contener sustancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo en tenores tales que la hagan peligrosa para la salud. Debe presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora (o insípida), límpida y transparente. Además, debe cumplir con las características físicas, químicas y microbiológicas dispuestas por el Código Alimentario Argentino (CAA).
De toda la definición expuesta en el párrafo anterior quiero quedarme con la característica “insípida” inherente al agua pero que genera cierta duda respecto a su cumplimiento.

Pero, ¿el agua es insípida o tiene sabor?

En una primera instancia podríamos decir que no, no tiene sabor. No obstante, uno de los argumentos por el cual muchas personas no consumen agua corriente es porque refieren percibirle un sabor poco agradable. Otro argumento es la actitud selectiva que tenemos frente a la compra de las aguas comerciales y en consecuencia elegimos determinada marca respecto a otra porque no todas nos gustan.

Entonces, ¿tiene sabor? y, de ser así ¿A qué se debe?

El agua pura puede tener gases disueltos como oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono y minerales diversos. La presencia de ciertos minerales (magnesio y calcio) forman sales insolubles. Las sales presentes en el agua son bicarbonatos, cloruros, sulfatos de calcio y magnesio. Con el calentamiento del agua, los carbonatos precipitan quedando el agua libre de ellos. Por el contrario, las sales cloruro y sulfato quedan en solución pese a ser sometidas a temperatura de ebullición aportando ese sabor amargo poca agradable al agua.

El agregado de ciertas sustancias y/o tratamiento del agua como ocurre por ejemplo con los filtros domiciliarios o con el agua envasada, mejoran las características del agua para consumo. Por ejemplo, la adición de carbono activado retiene partículas grandes como arena y tierra, también retiene cloro, mejorando así el gusto y la turbidez del agua.